Sublimar. Una palabra extraña que llega a mi, de vez en cuando, muy de vez en cuando...
"El Narigón" fue la primera aparición pasional que me arrebató la concentración una semana que me quedé en Pergamino penando en un espacio completamente incómodo y hostil, por lo menos para mi, así lo sufrí, pero me quedé. Soldad Firm! e!.
En lo del Bocha, un viejo querido, restaurador de chatarras y olvidos, me hospedó en su galpón, me aguantó las ansias y me guió en los manejos de las herramientas. Cortar, soldar, pintar. Entre los fierros que guardaba el señor encontré al Narigón, o él me encontró a mi...
Con el tiempo, y re chocha lo colgué en la pared, pero le faltaba algo. Y ya no es figura/fondo, sino una completud que no se me había ocurrido hasta que mis manos se ensuciaban con sintético marrón. El recuadro hace que resalten más los colores, las distancias que hay entre las figuras y la pared... el marrón es más reggae que el negro... así lo siento... Y ese recuadro con una imágen en líneas me lo dió Lennon en su discaso "Imagine", y sí, tal vez sea eso... IMAGINE.
Aquí dejo rastros de un delirio completamente civilizado, porque en el pasillo pasó a ser comentario, felicitaciones, invitadas a una iglesia para "ayudarme" y salut!
Aquí está
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